"De Pablo me enamoró su sonrisa y que siempre está presente"
Rocío Igarzábal soñaba con ser modelo , pero sólo consiguió hacer fotos para un suplemento de tejidos.Hasta que hizo el taller de arte de Cris Morena y fue seleccionada para Casi ángeles.
Allí encontró el amor (es la novia de Pablo Martínez) y sigue cosechando seguidores, que la esperan a la salida de las grabaciones. Es, sin duda, una de las actrices más lindas y dulces de la tele. Integrante del elenco protagónico de Casi ángeles, Rocío Igarzábal (20) cuenta que ésta es su primera experiencia en una novela, y que está súper contenta con formar parte de la exitosa tira. Nacida y criada en San Isidro, Rochi confiesa que llegó al medio de casualidad.
“ A los 15, mandé un mail a una agencia de modelos y me inscribí, pero fue medio raro porque sólo me consiguieron hacer unas fotos para Tejidos de Clarín. ¡Y nada más! En el colegio hacía comedias musicales, y en la muestra de fin de año me vio una chica que trabaja con Cris Morena. Justo cuando me estaba por ir de viaje de egresados, me llamaron para hacer un casting para Casi ángeles. Yo ya estaba pensando en estudiar publicidad, ¡no tenía en mi cabeza la idea de trabajar en la tele! ”, exclama la actriz.
Qué pasó entonces? La seleccionaron para participar del taller de actuación, canto y baile que coordina Cris Morena, y quedó entre las elegidas para sumarse al ciclo. “ El taller es tipo un reality, en el que te dicen semana a semana si seguís o no. Al principio éramos 40, a los pocos días quedamos 20, ¡era una locura porque no sabíamos quién iba a quedar! Comenzamos en septiembre, y en diciembre me llamaron para decirme que quedaba en la novela”, recuerda la rubia. Desde hace tres años, Rocío se mete en la piel de Vale, que esta temporada vive un romance con Simón (Pablo Martínez).
-¿En tu familia hay algún otro artista?
-Mi mamá, Adriana, cuando era joven hizo campañas gráficas como modelo, pero después dejó. Hoy es ama de casa, pero le gusta cantar y toca la guitarra. Mi papá, Joaquín, tiene una fábrica textil, así que entiende mucho de ropa. Cuida su imagen al detalle, se viste muy bien.
-¿Tenés hermanos?
-Sí, dos hermanas mujeres: Lucía (24) estudia Psicología, trabaja como acompañante terapéutico y está en vísperas de casarse. Y Martina (17) terminó el cole el año pasado y ahora estudia Psicopedagogía. Ella también está de novia.
-¿Y vos?
-Yo también estoy muy bien, con Pablo, que hace de Simón en la novela. Es muy lindo poder compartir la vida y el trabajo con alguien que está en la misma que vos: compartimos la adrenalina del escenario, una escena que salga buena, una salida con amigos, una gira a un lugar tan lejano como Israel. Si bien la pasamos súper juntos, a la vez se complica cuando entran en juego el estrés y los celos. De todos modos, somos un grupo muy unido y tratamos de estar lo mejor posible juntos.
-¿Qué te enamoró de tu novio?
-Su sonrisa y su incondicionalidad: siempre está presente, predispuesto a ayudar y acompañar. Justo cuando lo conocí a él, me estaba separando de mi ex novio. Ahí, Pablín estaba como un soldadito parado al lado mío, ayudándome a salir adelante.
-¿No estaría esperando para aprovechar su oportunidad?
-(Risas) ¿Vos decís? No, ¡no creo! Empezamos a compartir muchos momentos como amigos, salíamos en grupo, nos divertíamos... ¡Y la amistad se transformó en amor!
-¿Te incomoda que las fans lo acosen?
-No, cero. Me divierte por él. Es lindo ver cómo las fans lo admiran y lo quieren. Lo que incomoda un poco es cuando salimos a comer y vienen diez chicas y se le tiran encima. Por suerte, las fans respetan mucho a la pareja y cuando nos ven a los dos juntos, no dejan a ninguno pagando: nos piden fotos y autógrafos a los dos.
-¿Cómo manejás la popularidad?
-Lo mejor que puedo. Me cuesta no poder ir al cine un domingo de lluvia porque sabés que te van a volver loca. Lo esencial es mantener los pies sobre la tierra: está bueno recibir el cariño del público desde un lugar humilde. Así, nunca te vas a volver loco.
-¿Qué cosas te hacen tener los pies sobre la tierra?
-Principalmente mi familia y mis amigas de siempre, que son las del colegio. Son mis pilares: me bancan en todas, incluso en mis cambios de ánimo. Algunos días, hay tanta gente esperando en la puerta del estudio que te da miedo pisar a alguien con el auto. Está en la esencia de cada uno no volarse y ser el mismo de siempre.
-¿Tus papás se acostumbran a tener una hija famosa?
-¡Ya están curados de espanto! Las fans quieren mucho a nuestras familias. Capaz llego de grabar, y mi mamá está hablando por teléfono con un chico que llamó de Rosario para saludarme. A veces, cuando los llamados se empiezan a hacer seguidos, me asusta un poco. Pero por ahora no tuve ningún episodio grave.
-¿Lo más extraño que te pasó?
-El año pasado, el día de mi cumple, me llamó el señor de la guardia del country en el que vivo para avisarme que había una chica, Constanza, esperando en la puerta para saludarme. Yo vivo en zona norte, y se había venido de Quilmes a verme. Su mamá estaba internada, ella tenía que cuidarla, pero así y todo se tomó dos colectivos y un tren y llegó con 20 regalos por mis 20 años.
Además, trajo un desayuno, así que la hice pasar al living de casa, charlamos y nos sacamos muchas fotos. ¡Morí de emoción! También tengo otra fan española, Paula, que viajó en invierno pasado a la Argentina para verme en el teatro: estuvo diez días, y compró diez entradas en distintos lugares del Rex. Yo la identificaba porque tenía un cartel con mi nombre, y el último día estuvo en la primera fila. Al final de la función, fui corriendo y le di un abrazo.
-¿Hobbies?
-Leo de fotografía y amo pasarme horas sacándome fotos. También me encanta cantar, y me encierro en el cuartito de la compu a cantar como loca, ja. Otra curiosidad: me fascina comprarme pañuelos y pashminas. ¡Tengo más de 80! Si voy a un shopping, no puedo irme sin comprarme 3 pañuelos y algunos pares de aros.
-¿Cómo imaginás tu vida post Casi ángeles?
-Sé que es un ambiente difícil e inestable, pero mi mayor sueño es seguir creciendo como actriz. No sé si quiero tele toda la vida, porque amo las comedias musicales. Ahora, Cris empezó a traer obras de afuera, ¡ojalá algún día pueda estar en algún otro de sus proyectos!
-Sí, dos hermanas mujeres: Lucía (24) estudia Psicología, trabaja como acompañante terapéutico y está en vísperas de casarse. Y Martina (17) terminó el cole el año pasado y ahora estudia Psicopedagogía. Ella también está de novia.
-¿Y vos?
-Yo también estoy muy bien, con Pablo, que hace de Simón en la novela. Es muy lindo poder compartir la vida y el trabajo con alguien que está en la misma que vos: compartimos la adrenalina del escenario, una escena que salga buena, una salida con amigos, una gira a un lugar tan lejano como Israel. Si bien la pasamos súper juntos, a la vez se complica cuando entran en juego el estrés y los celos. De todos modos, somos un grupo muy unido y tratamos de estar lo mejor posible juntos.
-¿Qué te enamoró de tu novio?
-Su sonrisa y su incondicionalidad: siempre está presente, predispuesto a ayudar y acompañar. Justo cuando lo conocí a él, me estaba separando de mi ex novio. Ahí, Pablín estaba como un soldadito parado al lado mío, ayudándome a salir adelante.
-¿No estaría esperando para aprovechar su oportunidad?
-(Risas) ¿Vos decís? No, ¡no creo! Empezamos a compartir muchos momentos como amigos, salíamos en grupo, nos divertíamos... ¡Y la amistad se transformó en amor!
-¿Te incomoda que las fans lo acosen?
-No, cero. Me divierte por él. Es lindo ver cómo las fans lo admiran y lo quieren. Lo que incomoda un poco es cuando salimos a comer y vienen diez chicas y se le tiran encima. Por suerte, las fans respetan mucho a la pareja y cuando nos ven a los dos juntos, no dejan a ninguno pagando: nos piden fotos y autógrafos a los dos.
-¿Cómo manejás la popularidad?
-Lo mejor que puedo. Me cuesta no poder ir al cine un domingo de lluvia porque sabés que te van a volver loca. Lo esencial es mantener los pies sobre la tierra: está bueno recibir el cariño del público desde un lugar humilde. Así, nunca te vas a volver loco.
-¿Qué cosas te hacen tener los pies sobre la tierra?
-Principalmente mi familia y mis amigas de siempre, que son las del colegio. Son mis pilares: me bancan en todas, incluso en mis cambios de ánimo. Algunos días, hay tanta gente esperando en la puerta del estudio que te da miedo pisar a alguien con el auto. Está en la esencia de cada uno no volarse y ser el mismo de siempre.
-¿Tus papás se acostumbran a tener una hija famosa?
-¡Ya están curados de espanto! Las fans quieren mucho a nuestras familias. Capaz llego de grabar, y mi mamá está hablando por teléfono con un chico que llamó de Rosario para saludarme. A veces, cuando los llamados se empiezan a hacer seguidos, me asusta un poco. Pero por ahora no tuve ningún episodio grave.
-¿Lo más extraño que te pasó?
-El año pasado, el día de mi cumple, me llamó el señor de la guardia del country en el que vivo para avisarme que había una chica, Constanza, esperando en la puerta para saludarme. Yo vivo en zona norte, y se había venido de Quilmes a verme. Su mamá estaba internada, ella tenía que cuidarla, pero así y todo se tomó dos colectivos y un tren y llegó con 20 regalos por mis 20 años.
Además, trajo un desayuno, así que la hice pasar al living de casa, charlamos y nos sacamos muchas fotos. ¡Morí de emoción! También tengo otra fan española, Paula, que viajó en invierno pasado a la Argentina para verme en el teatro: estuvo diez días, y compró diez entradas en distintos lugares del Rex. Yo la identificaba porque tenía un cartel con mi nombre, y el último día estuvo en la primera fila. Al final de la función, fui corriendo y le di un abrazo.
-¿Hobbies?
-Leo de fotografía y amo pasarme horas sacándome fotos. También me encanta cantar, y me encierro en el cuartito de la compu a cantar como loca, ja. Otra curiosidad: me fascina comprarme pañuelos y pashminas. ¡Tengo más de 80! Si voy a un shopping, no puedo irme sin comprarme 3 pañuelos y algunos pares de aros.
-¿Cómo imaginás tu vida post Casi ángeles?
-Sé que es un ambiente difícil e inestable, pero mi mayor sueño es seguir creciendo como actriz. No sé si quiero tele toda la vida, porque amo las comedias musicales. Ahora, Cris empezó a traer obras de afuera, ¡ojalá algún día pueda estar en algún otro de sus proyectos!
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